JULIA
DE ASENSI (1859-1921)
Julia
de Asensi y Laiglesia nació en Madrid el 4 de mayo de 1859. Al ser
hija del diplomático Tomás de Asensi, pudo recibir una rica
educación, lo que le permitió desarrollar su talento humanístico. De
hecho, a la temprana edad de 7 años dejó de lado las muñecas para
dedicar por completo su tiempo libre a la lectura de libros.
En
su juventud se convirtió en animadora cultural en Madrid y
Barcelona, y abrió las puertas de su casa para albergar tertulias
literarias con hombres y mujeres de su tiempo.
Quienes
la conocían decían que era una mujer con un carácter
extremadamente serio, aunque siempre se mostraba afable y cariñosa
hacia las personas cercanas a ella, lo cual nunca dejaba de
sorprenderlos (1)
Mientras
tanto, fue dándose a conocer como escritora, desarrollando así su
talento literario de diversas formas: como periodista en “La
revista contemporánea”
o en “El
álbum Ibero-americano”;
cultivando géneros como la poesía, la novela, la narración
didáctica o el teatro; y la traducción de textos del francés.
Nunca
se casó ni tuvo hijos, por lo que pudo dedicar toda su vida a la
literatura.
Falleció
en el año 1921 a los 62 años.

- Santiago Arabal: historias de un pobre niño (1894): narra la historia de un niño llamado Santiago, huérfano de madre, marcado por una profunda tristeza, que pasa los días en su humilde vivienda esperando a que su padre regrese del mar. Santiago termina enamorándose de la niña que vive en la casa de al lado, creando así diversas situaciones y acontecimientos con un inesperado desenlace. (2)
- Auras de otoño (1897): antología de cuentos infantiles
- Brisas de primavera (1897): antología de cuentos infantiles.

- Cocos y hadas (1899): es su antología de cuentos infantiles más famosa. Algunos de ellos son “El coco azul”, “Las buenas hadas” o “La casa del bosque”.
- Biblioteca rosa (1901): colección completa compuesta por doce títulos.
- Victoria y otros cuentos (1905).

Dentro de su producción destacan también las leyendas en prosa y verso, muy de moda durante el periodo romántico. Se inspiró en autores como Gustavo Adolfo Bécquer, Fernán Caballero y Lope de Vega. La obra más destacada de este grupo es:
- - Leyendas y tradiciones en prosa y verso (1883) que incluye historias como "El encubierto", "La estatua rota", "El Cristo de la luz"…
Algunas de sus obras para adultos más destacadas son:
- Tres amigas (1880): novela literaria escrita en prosa.
- Novelas cortas (1889): agrupación de historias realizada por la propia autora, tales como “La casa donde murió”,“La nochebuena”, “Los dos vecinos”, “La vocación”, “Dama en una aldea”, etc.

- Herencia de sangre (1892): novela literaria escrita en prosa.
Tal
sólo escribió una obra de teatro, titulada El
amor y la sotana, una comedia escrita en un acto escrita en verso, que versa sobre el
tema del conflicto decimonónico y el amor humano. Se estrenó en el
teatro Martín, en Madrid, el día 4 de marzo de 1978.
Una gran parte de su obra fue publicada en forma de relatos en las
múltiples revistas de la época en la que participó como periodista
y editora. Algunas de ellas son: El
camarada. Semanario infantil ilustrado, Revista contemporánea, Álbum
Ibero-Americano, El amigo de las damas, La moda elegante, La mesa revuelta, El bazar, La familia, El eco de Europa, La
ilustración de la infancia, La época, Flores y perlas, El
correo de la moda...
BIBLIOGRAFÍA
(1) DÍAZ MÉNGUEZ, I., Julia de Asensi, Madrid, Ediciones del Orto, 2006.
(2) ASENSI, J. Santiago Arabal: historia de un pobre niño, Madrid, Hijos
de M.G. Hernández, 1894.

ELISABETH SOUTHERDEN THOMPSON (1846-1933)
Bien
es cierto que Elizabeth Southerden pasó una gran parte de su vida en Europa, a
caballo entre varios países (Inglaterra, Suiza, Italia, Francia…) pero, al
casarse con sir William Butler, abandonó este continente para adentrarse en
África y Oriente, donde pintó numerosos retratos sobre las guerras coloniales
que allí se daban, y tan solo regresó al enviudar, pocos años antes de su
muerte.
En
Europa, a mediados del siglo XIX, la población y especialmente la de Inglaterra
aumentó, gracias al despegue de la economía con la revolución industrial.
Remnants of an army, 1879
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Balaclava, 1877
Pero
sin duda el hecho trascendental en su vida fue el estallido de la I Guerra Mundial,
en 1914, ya que, había regresado a su país cuatro años antes, pero se vio
obligada a refugiarse en la casa de una de sus hijas, lo cual no impidió que
siguiera pintando escenas sobre ella, aunque su fama comenzó a difuminarse: ya
nadie creía en el heroísmo de la guerra.

Floreat etona!, 1882

Floreat etona!, 1882
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Elizabeth Southerden nació en Lausana, una
pequeña ciudad suiza, el 3 de noviembre de 1846.Tanto ella como su hermana,
Alice Maynell, crecieron en un ambiente culto y rico, ya que su padre,Thomas
James Thompson, era escritor e íntimo amigo de Charles Dickens, y su madre,
Christina Weller, concertista de piano.[1]
“I was born at the pretty "Villa
Claremont" just outside Lausanne and overlooking Lake Lemon. I made a good
start with the parents Providence gave me. My father, cultured, good, patient,
after he left Cambridge set out on the "Grand Tour" and after his
unsuccesful attempt to enter Parliament devoted his leisure to my and my
younger sister's education.[2]”
A
los dieciséis años, convencida de su vocación como pintora, comenzó a recibir
enseñanzas de arte en Italia, pero no fue hasta 1866, con 20 años, cuando se
mudó a Londres y se matriculó en la Female
London Academy.
Cuadro que inspiró a Elisabeth para pintar escenas de guerra.
|
Su vida cambió en 1870, ya que tras
realizar un viaje a París se sintió maravillada al contemplar una escena de
batalla de Jean-Louis Meissonier[4].
A partir de ese momento, tuvo claro cuál
iba a ser su vida, por lo que abandonó sus estudios en Florencia para dirigirse
a la Royal Academy of Art de Londres.
"The Roll Call", cuadro que le condujo a la fama.
Imagen publicitaria de cigarrillos
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A
partir ese momento se convirtió en una celebridad en Londres, llegando a ser
imagen publicitaria de cigarrillos y postales.
Sir William Butler
Si
|
Junto
a su esposo viajó y conoció las guerras coloniales de África y Oriente,
realizando cuadros de batallas y soldados, aunque siempre mostrando la cara del
honor, el heroísmo y la belleza de la guerra, jamás el dolor o las atrocidades.
Durante este periodo se dedicó a escribir su autobiografía, con ilustraciones
realizadas por ella misma. Dedicó este libro a sus hijos, en él explica sus
sentimientos y sus ideas sobre la guerra. Lo curioso de todo ello es que no
veía la parte negativa que conllevan todas las guerras, sino tan solo el heroísmo y la
grandeza de su país.[6]
Tras
retirarse su marido, regresaron a Irlanda, donde continuó pintando y exponiendo
sus cuadros, aunque se vio obligada a refugiarse en la casa de una de sus hijas
al estallar la I Guerra Mundial. “On getting home to Ireland I set to work upon a
series of khaki watercolors of the War for my next "one-man show",
which opened with most satisfactory in May, 1917. One of the principal subjects
was done under the impulse of a great indignation, for nurse Cavell had been
executed.[7]”
Años después se quedó viuda, con 64
años, continuó pintando, esta vez escenas de la I Guerra Mundial, aunque su
fama se había difuminado y ya nadie creía en la belleza de la guerra, sino más
bien en
todo lo contrario.
Murió en Irlanda, en la vieja mansión de
su marido, el 2 de octubre de 1933, a los 86 años.
Como
ya he mencionado, la casi totalidad de sus obras están ambientadas en escenas o
situaciones que guardan relación directa con la guerra, aunque siempre evita
representar al enemigo; salvo las que pintó en sus primeros años, que
lamentablemente no aparecen en ningún archivo digital o impreso.
Su
obra es muy subjetiva, ya que solo representa la cara atractiva de la guerra,
dejando de lado el sufrimiento, el horror, la tortura o las atrocidades que
tienen que ver con ella.
“The 28th Regiment at Quatre Bras [8]”:
La pintura representa una visión heroica
de las fuerzas británicas el 16 de junio de 1815, en el pueblo de Quatre Bras (sur de
Bruselas), durante una campaña contra el ejército napoleónico. Cuando era pequeña había visitado el campo de
batalla, lo que ayudó a consolidar su visión del mismo. Para la composición de
esta obra se basa libro escrito por el
capitán William Siborne, “La historia de
la guerra en Francia y Bélgica”.
Para pintar el cuadro, un ejército
dispuso trescientos hombres para que participasen en una reconstrucción y
disparasen sus rifles ante la atenta mirada de Elizabeth.
De hecho, ella misma dijo del cuadro:
“My own reading of war – that mysteriously inevitable
recurrence throughout the sorrowful history of our world – is that it calls
forth the noblest and the basest impulses of human nature” (“Mi propia lectura de la guerra, esa
recurrencia misteriosamente inevitable a lo largo de la dolorosa historia de nuestro
mundo, es que llama a los impulsos más nobles e inferiores de la naturaleza
humana")[9]
La pincelada de la obra está muy
cuidada, contribuyendo a darle un mayor realismo a la obra.
Los colores utilizados son tonos
oscuros, y, de hecho, produce la sensación de que toda la obra está impregnada
de un sutil tono gris, que contrasta deliberadamente con el rojo del uniforme
de los soldados.
La luz es escasa, ya que el cielo está
cubierto de nubes grisáceas que impiden su paso. Pero, sin duda, lo que más llama
la atención de la obra es su composición, es decir, la disposición de los
soldados en una especie de triángulo que provoca que paseemos la vista por toda
la alineación perfecta de rifles. A cada lado de la obra hay colocado un
caballo, lo cual hace que la distribución de masas se compense y se proporcione
un correcto equilibrio en toda la obra.
Las sensaciones que produce son de
asombro y temor, que contrasta con el heroísmo mostrado en los soldados y en la
grandeza del imperio británico.
“The roll call[10]”
La pintura representa el pase de lista
del ejército británico durante la guerra de Crimea[11], en
1854. Elizabeth mandó reconstruir la escena varios años después.
Fue la pintura que la catapultó a la
fama, ya que la cedió a la Royal Academy de
Londres para su exposición, sin ser consciente del enorme éxito que iba a
tener, se desplazó gente de todo el país para verlo, y tuvieron que colocar
policías para controlar a la gran cantidad de público que iba a contemplarlo,
siendo la tercera vez en la historia de la Academia que esto sucedía[12]. Finalmente,
la reina Victoria lo compró para exponerlo en el palacio de Buckingham.
El cuadro representa una línea irregular
de soldados, muchos claramente exhaustos o heridos. De hecho, uno de ellos se
ha desplomado mientras otro oficial pasa lista.
Continúa con su temática habitual, la
guerra, con la misma gama de colores que la obra anterior, aunque quizá algo
más apagados y oscuros, y sin elemento alguno que contraste, excepto el suelo
cubierto de nieve y el cielo de nubes blancas.
La perspectiva de la obra es abierta, ya que representa a un gran número
de soldados, y no se centra en ninguno de ellos en especial.
El elemento más llamativo de toda la obra es el caballo situado a la izquierda, que compensa su peso visual con el hombre agotado desplomado en el suelo. La obra produce sensación de continuidad de la fila de soldados y un despreocupamiento general por parte de estos, aunque todo indica que acaban de combatir, ya que se les nota cansados.
“Scotland Forever![13]”
La pintura representa la batalla de
Waterloo, que enfrentó al ejército francés y a las tropas inglesas, holandesas
y alemanas. Para pintarlo, se excavó una trinchera en el suelo para que ella se
sentara dentro con su caballete mientras un ejército se le aproximaba.
Durante la I Guerra Mundial, esta fue la
imagen utilizada por los británicos como material de propaganda. La pintura se
exhibió en Piccadilly en 1881, y posteriormente se convirtió en una fuente de
inspiración para la película de la guerra de Waterloo.
El cuadro representa a un enorme grupo
de soldados montados a caballo que se acercan al observador, todos encabezados por
el mando superior del ejército. Al contrario que en la imagen anterior, estos
no parecen cansados o heridos, sino que representan una gran fuerza unida y
difícil de vencer. La temática es la guerra, aunque ahora ha cambiado de
registro de color para proporcionar a la imagen unos colores más vivos, más
luminosos. El contraste se establece entre el rojo del uniforme de los soldados
contra el blanco de los caballos y de las nubes del cielo. La luz es natural y
aporta vivacidad a la imagen, y el equilibrio de masas se consigue colocando el
mismo número de soldados a ambos lados y el elemento que más llama la atención,
el mando superior del ejército, en el centro. La pincelada continúa siendo
prieta, y nos proporciona sensación de terror, lo cual probablemente es lo que
debieron de sentir la tropas enemigas cuando el ejército británico se aproximó
a ellas.
Elizabeth
Southerden fue una mujer realmente asombrosa, ya que consiguió abrirse paso en
una profesión tan difícil y propiamente masculina como es la pintura, pero
además, no conforme con eso, se adentró en uno de los temas más curiosos, pero
menos propios de una mujer: la guerra.
Imaginamos que no sería fácil para ella lograr que la gente apreciase su obra, y mucho
menos conseguir que la aprobación de los críticos de arte, como es el caso de
John Ruskin:
“Yo
nunca me había aproximado con tantos prejuicios hacia ningún cuadro como el que
lo había hecho con la obra de la señorita Thompson; primero porque siempre he
mantenido que ninguna mujer era capaz de pintar...; pero el trabajo de esta
amazona... es profundamente interesante... y solo me queda hacer una tardía
genuflexión...”[14]
Al
contraer un matrimonio con un oficial, pudo conocer de primera mano cómo es el
día a día de un ejército, lo cual le brindó muchas posibilidades para continuar
desarrollando su talento, y además, desarrollar asimismo su faceta de madre, ya
que tuvo seis hijos.
Todo
ello contando con que no dejó de viajar ni de pintar en toda su vida. Una mujer
realmente fascinante.
Tanto
Elisabeth como Julia de Asensi poseen en común el pertenecer a familias cultas que les inculcaron una buena formación intelectual. Las dos realizan obras enraizadas
en el gusto romántico, de modo algo tardío. En el caso de Julia, conocida sobre todo por sus obras infantiles, esto se aprecia claramente en sus obras para adultos, especialmente en sus leyendad. En el de Elisabeth, sus pinturas de guerra están relacionadas con el Romanticismo por la búsqueda de hechos contemporáneos de carácter violento, buscando lo épico y lo heroico. Además, esta pintora, a la que podríamos definir como "la pintora de batallas", demuestra que las mujeres también son capaces
de realizar temas que hasta ahora parecían destinados exclusivamente a los
hombres.
[1]
CASO, A. Ellas mismas, Oviedo, Libros de la
letra azul, 2016, página 42.
[2]
SOUTHERDEN THOMPSON, Elisabeth: An autobiography, London, 1922, Capítulo 1, pág. 1 . Su
traducción es esta: “Nací en la bonita
"Villa Claremont" justo fuera de Lausana y con vistas al lago Lemon.
Comencé con buen pie con los padres que la Providencia me dio. Mi padre, culto,
bueno, paciente, después de salir de Cambridge salió del "Gran Tour" y después de su
infructuoso intento de entrar en el Parlamento dedicó su ocio a la educación
mía y de mi hermana.”
[3]
El día 3 de noviembre me puse en contacto con dicha academia para solicitar
información acerca de su paso por la academia. Lamentablemente, el 10 de
noviembre me respondieron que no poseían información alguna en sus archivos.
[4]
Pintor, escultor y academicista francés del siglo XIX. Se especializó en la
pintura histórica de temática militar y es famoso por sus representaciones de Napoleón
y sus ejércitos.
[5]
SOUTHERDEN THOMPSON, Elisabeth: An autobiography, London, 1922, capítulo 14, pág. 167 “Cuando el nuevo licenciado General Butler estaba acostado en el hospital de
Netley, recién comenzando a recuperarse de la fiebre Ashanti que casi lo había
matado al final de esa campaña, su hermana Frances solía leerle los papeles y
así aprendieron juntos, cómo, en el banquete de la Real Academia de esa
primavera, el Príncipe de Gales y el Duque de Camdridge habían hablado como
hicieron de la señorita Elizabeth Thompson. Como papel tras papel hablaba de mí
y de mi trabajo. Dijo un día a
su hermana, en plena diversión bajo sus espíritus lentamente reavivantes: -Me
pregunto si la señorita Thompson se casaría conmigo. Después de dos años, me
encontró por primera vez, y un año más iba a pasar antes de que el destino
dijera: -¡Ahora
[6]
El día 3 de noviembre me puse en contacto con una colección de archivos
personales de artistas, los cuales me
enviaron el libro digital de dicho libro autobiográfico.
[7] SOUTHERDEN THOMPSON,
Elisabeth: An autobiography, London, 1922, capítulo 25, pág. 329 “Al llegar a casa en Irlanda, me puse a
trabajar en una serie de acuarelas de color caqui de la guerra para mi próximo
"espectáculo individual", que se abrió con gran satisfacción en mayo
de 1917. Uno de los temas principales se hizo bajo el impulso de una gran
indignación porque la enfermera Cavell había sido ejecutada.”
TÉCNICA
Y SOPORTE: óleo sobre lienzo 97.2 × 216.2 cm
PROPIETARIO: National Gallery of Victoria, Australia.
FECHA:
1875.
[9]
Información facilitada por “The National
Gallery of Victoria”, Australia, el día 4 de noviembre de 2016.
TÉCNICA
Y SOPORTE: óleo sobre lienzo, 93,3 x 183.5 cm.
PROPIETARIO: Royal Collection.
FECHA: 1874.
PROPIETARIO: Royal Collection.
FECHA: 1874.
[11]
La
guerra de Crimea fue un
conflicto bélico entre el Imperio ruso, regido por la dinastía de los Románov,
y la alianza del Reino Unido, el Segundo Imperio francés, el Imperio
otomano y el Reino de Cerdeña, que se
desarrolló entre octubre de 1853 y febrero de 1856. Las motivaciones
reales de esta guerra fueron, como en cualquier otra guerra de la Edad Moderna,
geoestratégicas y económicas.
[12]
Gracias
a información facilitada por “The Royal
Academy” , conocemos que las otras dos pinturas que necesitaron policías
para controlar a todo el público que deseaba conocerlas fueron: “Chelsea
Pensioners reading the Gazette of the Battle of Waterloo (1818-22)” por David
Wilkie y “Derby Day” por William
Powell Frith.
TÉCNICA Y SOPORTE: óleo
sobre lienzo, medidas no encontradas.
PROPIETARIO:
Leeds Art Gallery
FECHA: 1881
[14]
Cita extraída del blog “El rumbo de la historia” http://elrumbodelahistoria.blogspot.com.es/2015/10/elisabeth-thompson-la-pintora-de-las.html
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